Me quedo con aquellos con los que puedo puedo sacar pecho de una mente y corazón maltrechos, con aquellos con los que mi heridas me saben a menos, viendo que sus cicatrices los hacen más, con aquellos que saben que lo que somos no es de donde venimos, sino donde estas, con quien sabe que quien quieres ser es el paso que das, pero siempre, sin olvidarte de donde vas.
Me quedo con quien te valora no por lo que de ti necesitan, más le abren los brazos a lo que das, me quedo con quien no busca pues es quien de verdad puede mirar, por quién elige escucharte y no juzgarte, quien te alienta a mejorar sin querer cambiarte, por quien eliges no marcharse cuando quieres quedarte, por quién elige quedarse cuando no quieres marcharte.
Me quedo con quien no se fue, porque quién decide estar acaba siendo, y quien decide ser acaba por estar, me quedo con quien es capaz de seguir por la misma senda en camino repleto de salidas de emergencias, con quien en las emergencias te hacen salidas, me quedo con quien quiere pasear y no correr, sabiendo que lo único que pasa, siempre es la vida.
Me quedo con quien eres por quién soy, y quién soy no quiere irse pon quien eres, ¿cuantos se han quedado cuando han visto lo que de verdad cobijan estás cuatro paredes?
Viendo cómo mi ser crece, nuevos días que podrían ser iguales confirman lo que ya parece, es el cambio lo único que permanece, y dime, ¿cuantos se han quedado cuando en mi calendario empezaba otro martes trece?
Es por eso que me quedo con quien se queda porque se quiere quedar, me quedo con quien se ata los zapatos, y al camino no se quiere atar, quien quiere despertar sin dejar de soñar, con quien sabe ser y a la vez estar, me quedo aquí si te quieres quedar.
Si inicie este viaje sabiendo que un día este habría de acabar, como no voy a quedarme con quien se queda sabiendo que algún también se marchará.